lunes, 14 de enero de 2013

El ser escritor

Al enfrentarse al difícil mundo de la pantalla en blanco y batallar con las ganas de hacer pasar a la inspiración de su recóndito escondite a la punta de los dedos, muchos escritores noveles pierden la guerra antes de enfrentarse a su primera batalla. Y con mucha razón muchos se rinden, emprender esta peregrinación hacia el bien escribir no es decisión sencilla. La mayoría de estos autores coinciden en dos pasos fundamentales para convertirse en escritor: leer y observar.

Sería tentador pensar también que el talento es también un paso a seguir, pero como algunos de ellos sugieren, con el talento se nace. Ahora, ¿por qué leer? Como dice el dramaturgo francobelga Francis de Croisset  “La lectura es el viaje para los que no pueden tomar el tren”. Leer nos lleva a lugares donde no hemos estado, en tiempos que no hemos presenciado, hacia vidas que aún no hemos vivido.
El ser escritor no inicia en el momento en que se comienza a redactar la historia, se origina en el mismo momento en que se decide abrir los ojos de escritor. El ser humano promedio camina por la vida sin detenerse a observar lo que sucede a su alrededor; es la capacidad, y diría que más aún el deber, del escritor observar lo que le rodea. Allí encontrará la fuente de la famosa inspiración que muchos buscan, y verá que los personajes de las más grandes historias caminan al lado nuestro, esperando a ser vistos. 

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