Un buen escritor debe tomar en cuenta ciertas regulaciones de la lengua
española para la composición de obras claras y concisas. Basarnos en el
cumplimiento de las normas y principios de nuestro idioma nos ofrece un
contenido adecuado, tomando en cuenta los factores de la comunicación. La
propiedad de tener adecuación en los textos, incluye una buena relación entre
el texto y su título, una buena combinación de conocimientos concretos, y una
variación lingüística, enriquecida por un léxico amplio y atrayente.
El escritor siempre se encontrará en una situación comunicativa que
caracterice su modo de escritura. Recopilar ideas principales y plasmarlas de
manera natural y lingüísticamente correcta, da como resultado un escritor con
un buen dominio de la acción directa de escribir. Sin embargo, la inspiración y
la variación según sea la situación del escritor, influye mucho en la relevancia
de su texto.
La adecuación y el sentido en la creación de textos conllevan a la
pertinencia. Otorgar un significado o un rol a lo que escribimos convierte a
dicho escrito en pertinente, ya que posee su adecuación y tiene un sentido
fijo. La pertinencia es vital en el perfil de un escritor que desee obtener los
mayores resultados en la creación de sus obras.
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